Se dice que el hidrógeno es el combustible del futuro que llegará a desbancar al petróleo en medio de una necesidad por minimizar los contaminantes que se liberan a la atmósfera y así frenar nuestro trágico final.
Por ello, es cada vez más tangible el éxito arrollador que tendrán los vehículos eléctricos por encima a los de gas, aumentando la demanda del combustible de hidrógeno para energizar las baterías que mueven estos vehículos.
Este tipo de combustible cero emisiones y más estable, ahora es la alternativa perfecta en todos esos países que ya están implementando esfuerzos por generar la menor cantidad de contaminación atmosférica.
Ahora ya no solo son carros costosos que solo los pudientes se pueden permitir, ahora también las empresas están empleando vehículos eléctricos como camiones, y los gobiernos han comenzado a dar el paso en poner los primeros autobuses urbanos.
Una de las potencias en petróleo sabe que no puede depender de ella por mucho tiempo
Arabia Saudí ha sido bien conocida por sus reservas de petróleo que le han generado muchas riquezas, por lo que son tan codiciadas que han recibido ataques directos para debilitar tanto poder.
Pero incluso Arabia sabe que no debe «poner todos los huevos en la misma canasta» y empezar a mirar hacia el inminente futuro para ponerse a la vanguardia, en una posible realidad donde pierda sus riquezas por aferrarse a un bien finito.
Así que ahora se ha decidido por convertirse en el líder en el mercado de hidrógeno que pronostica grandes riquezas para quienes lo dominen, así que ha comenzado a construir una planta cero emisiones que se energiza con luz solar y eólica.
Esta planta significó una inversión de 5 mil millones de dólares y estará situada en Neom presuntamente finalizada para el 2025, siendo una gran hazaña si consideramos que estará ubicada en una zona desértica, y estará en medio de una mega metrópolis sustentable.
El ex-director ejecutivo de la empresa alemana RWE AG, Peter Terium, es quien estará a cargo de este inmenso proyecto, aunque hasta hace poco no sabía las dimensiones de dicho desafío durante el comienzo, y tuvo que trabajar arduamente en ello durante dos años para finalmente comenzar a edificarlo.
Fue así como los ministros de energía de ambos países, Abdelaziz bin Salman y Peter Altmainer, finalmente firmaron los acuerdos para producir hasta 650 toneladas de hidrógeno que será producido mediante una planta que también es sustentable.
Además, también pretenden generar hasta 1.2 millones de toneladas de amoniaco anualmente, también mediante procedimientos cero emisiones para eliminar el viejo tabú energético de que el proceso es más contaminante que su producto.
Este ambicioso proyecto no solamente pretende alimentar a los vehículos del futuro, si no que abrirá las puertas a otros megaproyectos como Neom, la ciudad futurista que será sustentable y pretende generar aún más riquezas con el turismo.
Alemania quiere ser la mano derecha de Arabia Saudí y otros países que apuestan por el hidrógeno
Heiko Maas, el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, ha puesto en marcha una política exterior para unirse a proyectos internacionales de producción de hidrógeno, para ello, el país inyectará 2 mil millones de euros para lograrlo.
De este modo, Alemania tiene un plan firme para cooperar con otros países con la finalidad de hacer que el mercado mundial de hidrógeno no solo sea una realidad, también para impulsarlo proactivamente.
Desde luego, los combustibles fósiles aún son muy importantes para la generación de energía, por ello también pretende apoyar a sus exportadores y así ahorrarse muchas interrupciones de carácter político.
Además de Arabia Saudí, Alemania también estará estrechando lazos con Rusia, para poder coordinar sus modelos comerciales, evitar los conflictos y avanzar en armonía.
Alemania está convencido que el hidrógeno significará en el futuro próximo uno de los mercados más grandes y codiciados del mundo, pero esto no siempre es algo positivo si otros países quieren poner su propio oro (petróleo) en primer lugar, de ahí anticiparse a posibles conductas destructivas políticas.
Para amortiguar los daños que podría causar la posible devaluación del petróleo y empiecen a señalar culpables, Alemania no solamente abrirá la planta en Riad, Arabia, también planea ayudar a Rusia a construir la propia en Moscú.
Gracias a estas iniciativas, un futuro donde las emisiones finalmente estén cediendo, nos da esperanzas de que el cambio climático pueda ser detenido, desde luego, esta es solo la primera pieza de tantas que se tienen que tirar a la mesa para hacer un cambio significativo, como transformar las industrias más contaminantes.