La elusión de impuestos, también conocida con el nombre de elusión tributaria, tiene como objetivo lograr que una persona o una entidad puedan tener un menor pago de impuestos. Se trata de una estrategia a través de la cual, de manera muy consciente, se aprovecha las legislaciones para evadir responsabilidades de pagos más altos.
En todo país del mundo, existe una gran variedad de leyes tributarias. Gracias a este sistema tributario, el Estado puede contar con recursos para verlos reflejados en la educación, la infraestructura y la salud pública, entre otros. Sin embargo, no todas las personas e instituciones están conformes a dichos impuestos.
Y entonces, acudiendo a las mismas legislaciones se establece un proceso para que en efecto se paguen los impuestos, pero de una manera más discreta. En este caso, los contadores profesionales y los analistas financieros, además de los mismos abogados, estudian a fondo alternativas para evitar que el valor final de un impuesto sea mucho más alto.
Maquillar informes
Se estudian diferentes alternativas, maquillando los informes de pago de impuestos para que se cumpla con las legislaciones, pero a la vez enfocando todo para que se reduzca el valor a pagar. Precisamente, es eso lo que representa la elusión como palabra. Es un concepto que está asociado al eludir, el evitar, el esquivar.
El tema de la elusión tributaria, representa una cuestión que ha existido desde siempre. Y es un fenómeno que se presenta casi que a nivel global. El concepto de los impuestos produce un gran malestar en muchas naciones, debido a que estas terminan en manos del Estado. Y como bien se sabe, la corrupción es otro de los fenómenos triste que se produce ante la concentración de los capitales.
En países de Latinoamérica, es muy común que la clase política acuda a los recursos financieros de un país para explotarlos en beneficios de ellos mismos. De modo que la misma elusión tributaria se presenta como una lucha contra ese fenómeno. La obstinación a no pagar el valor real de los impuestos es fruto del fenómeno gestado por las mismas entidades a cargo de establecer los impuestos.
Lograr que todo encaje dentro de lo legal
Lo cierto es que en el caso de la elusión tributaria, lo que ocurre es que se acude a la astucia para que la empresa no tenga que ser auditada a fondo. Al final, todos los reportes financieros se presentan como si fuesen del todo transparentes, con datos que avalan por completo tanto los ingresos como los egresos invertidos por la persona, las empresas o las entidades.
Pero, si algún auditor profesional se tomará el tiempo de analizar a fondo un caso donde exista elusión de impuestos, será muy probable que no tarde en descubrir a través de sus libros contables que existe algo que falla. La facturación puede estar acomodada y pensada para enmascarar sus gastos reales.
Al final, la presentación del informe contable es tan bueno en sus detalles que en términos legales, resulta aceptable. Un buen auditor notará que existen falencias, pero que aun así, todo encaja dentro de la transparencia que exigen las entidades gubernamentales.
¿Es éticamente responsable la elusión de impuestos?
En ese sentido, el papel que representan los expertos derecho fiscales son los que mejor pueden aportar a que una presentación de informes tributarios coincidan dentro de lo legal, con valores que parecen del todo transparentes. Si existe un auditor que decida contraatacar contra el informe, ya existe un experto que puede entrar a defender que todo marcha en los términos de la legalidad.
¿Es entonces esto ético? ¿Es coherente que una persona o entidad utilice a favor las legislaciones para ofrecer informes que no coinciden con lo planteado por los gobiernos? ¿Vale la pena invertir tiempo en la manipulación de reportes financieros para evitar que los impuestos se eleven?
Son tres preguntas claves que tienen mucho por enseñar sobre la trasparencia tributaria. Realmente son pocas las empresas o personas que logran ser percibidas que estén cometiendo este “dulce pecado”. Precisamente por lo que se dice sobre el maquillaje bien organizado, tanto en facturación como en adopción de recursos legales, para que el pago del impuesto se vea como algo transparente.
La cuestión de fondo recae sobre la economía nacional
Todos los impuestos, en teoría, deberían servir para que el Estado tenga una economía mucho más sólida, que aporte a las causas sociales. Y que una persona, empresa o institución no esté pagando lo que realmente debería pagar, afecta en menor escala a la economía nacional.
Claro, tal como se advirtió previamente, muchos de los que acuden a la elusión de impuestos toman como referencia a que el pago de estos mismos no está siendo utilizado adecuadamente por el gobierno nacional. Y es ahí, justo en ese momento, donde se genera la bola de nieve.
De modo que no, no es ético eludir el pago real de los impuestos.