Desde los comienzos de la pandemia las personas se han visto en la necesidad u obligación de hacer una vida dentro de sus propias casas. Para todos aquellos que han tenido la suerte de tener un trabajo remoto, o mejor conocido como “work office” u oficina en casa, sabemos que hemos tenido que hacer un cambio radical en nuestro estilo de vida.
Quizá para muchos la vida en una empresa tendía a ser algo tedioso y repetitivo hasta el punto de muchos aborrecer tener que ir a nuestras oficinas a convivir con nuestros compañeros y jefes, pero muchos no veíamos venir la pandemia y por consiguiente no estuvimos preparados para todos los cambios físicos y psicológicos a los que nuestro cuerpo se enfrentaría.
Desde estrés, aumento de peso, soledad y en muchas de las ocasiones estos mismos sentimientos y cambios se ven derivados en depresión. Es justo a estas alturas de la pandemia que los psicólogos han descubierto un nuevo estado de humor que describe lo que la pandemia ha hecho por muchos de nosotros.
Una situación extraordinaria en engendró un nuevo estado emocional: La languidez
Si eres de esas personas inmersas en las jornadas de aislamiento en casa y cuyos días se tornan completamente rutinarios, y gastas tu tiempo en actividades esperando que el tiempo transcurra más rápido para de esa manera comenzar un nuevo día seguramente tendrás la misma rutina que el día siguiente.
Primero que nada, no estás solo, ni eres la única persona que se siente de esa manera, de hecho se está volviendo tan común en estos días que ahora los psicólogos tienen un nuevo término el cual engloba este nuevo estado de ánimo.
Denominado como “languidez”, es la sensación de estancamiento y vacío en el ser humano producto de la pandemia. “Se siente como si estuvieras arrastrándote para pasar los días, mirando tu vida a través de un parabrisas empañado” Explica Adam Grant.
Se reconoce como el vacío entre la depresión y el bienestar: la ausencia de bienestar. Este término fue traído a nosotros por el Sociólogo Corey Reyes quien al notar que muchas personas estaban pasando por una etapa en sus vidas en las que, si bien no estaban deprimidos, tampoco prosperaban en su vida cotidiana, pero que más sin embargo esto podría desembocar en una depresión a futuro y todo esto debido al distanciamiento social que hemos experimentado a lo largo de estos dos años en el que la población se ha tenido que adaptar.
¿Cómo evitar que la fatiga pandémica se convierta en algo crónico?
El COVID -19 ha sido parte de nuestra realidad día tras día durante la mayor parte del 2020 y 2021. Cuando pensamos que esta crisis de salud podría durar solo unos meses, nos preparamos para enfrentarla, pero con el tiempo esta se fue alargando más y más al punto de que ahora entendemos que no hay final definitivo.
Eso está causando una “fatiga pandémica generalizada” dice Paul Nestadt profesor asistente en el departamento de psiquiatría y ciencias del comportamiento de la Facultad de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins en Baltimore Estados Unidos.
Con “fatiga pandémica”, el Dr Nestadt se refiere al agotamiento que puede sentir después de meses de dedicar más tiempo y energía a lidiar con nuestro nuevo estilo de vida pandémico y todas las luchas que ha provocado.
Es posible que hayamos perdido a seres queridos o el trabajo que sustentaba nuestra familia. En muchos de los casos quizá se han perdido hitos de la vida, como graduaciones, bodas y funerales.
Tal vez nos sintamos encerrados o aislados de nuestros pasatiempos habituales, que estemos cansados de los protocolos de seguridad que requieren más tiempo y que nos sintamos cansados de intentar hacer un “buen uso de este tiempo.
Es más probable que nos sintamos agotados debido a las tensiones grandes y pequeñas que todos enfrentamos. Estar mental y físicamente agotado tiende a disminuir la capacidad de recuperación y aumentar los sentimientos de temor e impotencia.
Pero debido a que estamos agotados, la capacidad para sobrellevar la situación puede verse disminuida, estar menos motivada para hacer algo con respecto a esos sentimientos negativos. Así que terminamos sintiéndonos más nerviosos, ansioso y cansados por todos estos sentimientos. sta es una de las consecuencias más conocidas del estrés crónico. Básicamente se convierte en un círculo vicioso.
¿Cómo identificar los factores que aumentan la fatiga pandémica?
Bueno, podemos hacer una lista hablando de este tema. La OMS (Organización Mundial de la Salud) ha definido la “fatiga pandémica” como “sentirse desmotivado por seguir los comportamientos recomendados para protegernos a nosotros mismos y a los demás del virus”.
La OMS lidera una iniciativa que incluye a expertos en salud pública de más de 30 países para comprender mejor el problema y proponer soluciones.
Nuestros estilos de vida más confinados y menos sociales ciertamente se están sumando al problema. El aislamiento y la soledad pueden ser estresantes, pero también puede ser un desafío pasar tanto tiempo de trabajo y ocio con socios, familiares o compañeros de cuarto.
En el caso de los compañeros de cuarto o parejas, hay menos opciones para el espacio personal y rutinas propias. No es que no se amen, simplemente nunca esperaron ser tan inseparables.
El tiempo de separación para perseguir intereses individuales puede fortalecer una relación por qué se siente empodera dora y nutritiva, lo que se traduce en una mayor confianza entre las personas dentro de una relación. Cuando la gente no tiene el denominado “tiempo para mí”, es cuando uno puede sentirse emocionalmente claustrofóbico.
Es importante reconocer que algunas comunidades (incluidas las definidas por la industria, área geográfica, raza y mas) se han visto más afectadas por la crisis en términos de implicaciones económicas y pérdidas de vidas. Soportar una parte desigual de la carga puede ser difícil de sobrellevar, especialmente si nos sentimos aislados al mismo tiempo.
Conejos para sobrellevar y combatir de raíz la Languidez pandémica.
Cabe mencionar que estos consejos no harán que el COVID – 19 desaparezca, pero pueden ayudar a lidiar mejor con algunos de los factores estresantes a los que nos enfrentamos.
1. Ajustar las expectativas según sea necesario.
Si comenzamos la pandemia con grandes expectativas de todas las cosas que lograríamos con todo su tiempo “extra” (aprender otros idiomas, aprender a cocinar o escribir algún libro), no debemos tener miedo de quitar cosas de nuestras listas “de tareas”.
Tener expectativas altas de lo que “deberíamos estar haciendo” puede ser una fuente importante de fricción interna si no las estamos cumpliendo.
Mantenernos activos y seguir pasatiempos que nos levanten el ánimo y nos mantengan con energía; todos estos son útiles para combatir el tedio, pero por sobre todo intentar omitir o evitar las cosas que nos estresan.
2. Establecer límites con las personas de nuestro hogar.
En cuanto a las relaciones con parejas, niños compañeros de cuarto o cualquier otra persona en nuestro espacio de vida, se sugiere establecer algunos límites. Incluso podría ser literal; se puede reorganizar un espacio habitable para que todos tengan un área separada para su tiempo a solas.
3. Intentar estructurar nuestros días.
Debemos crear una separación entre el día y la noche, especialmente si trabajamos desde casa o estudiamos. Nuestra rutina puede incluir vestirse para el trabajo / escuela, dar un beso de despedida a conyugues o hijos en caso de tenerlos.
Crear citas nocturnas, designar noches de juegos familiares, programar ejercicios, tomar descansos frecuentes o planificar actividades de ocio como ver películas o decoración de interiores, incluso si es con las mismas personas que hemos visto todos los días durante meses.
Aunque cabe mencionar que demasiada estructura puede resultar asfixiante, debe ser algo que se adapte a las necesidades de todos los miembros y que atraiga la armonía.
4. Obtener ayuda cuando sea necesario.
Recordemos que la ayuda profesional podría beneficiarnos como buscar un terapeuta. La mayoría está haciendo citas por internet para charlar con un profesional sobre sus miedos, inseguridades y el estilo actual de vida.
En el mejor de los casos solo serán necesarios un par de sesiones o incluso una para sentir que nos estamos restableciendo con nosotros mismos.
La fatiga pandémica es real y la manera en la que nos afecta probablemente será la única porque tiene un conjunto específico de desafíos, puede parecer demasiado y a veces, simplemente reconocer eso puede ayudar mucho a nuestra estabilidad mental.
Si te sientes agobiado, triste y asfixiado por esta nueva realidad, recuerda que no estás solo. Si necesitas ayuda especializada no olvides llamar a los números gratuitos de tu localidad o país, para que ellos te deriven con un especialista que te escuche y te pueda encaminar de manera exitosa.