El vegetarianismo no tuvo una buena bienvenida por ahí de la llegada del nuevo milenio, cuando optar por los alimentos verdes y no los de procedencia animal, se volvió un estilo de vida que muchos tacharon como moda o capricho.
Mientras que las cadenas de comida rápida como hamburguesas y pollos fritos ganaban terreno y traían a su paso una serie de enfermedades crónicas, lo vegetarianos empezaron a probar su punto sobre una alimentación más saludable.
La llegada del internet doméstico más accesible y el auge de las redes sociales hicieron toda la magia, pues de ser una pequeña comunidad en alguna parte del mundo, pasó a convertirse en puntos de referencia para todas las personas gracias a los contenidos que creaban en blogs, YouTube, Facebook, entre otros.
Y aunque en su momento fue un estilo de vida completamente rechazado al romper paradigmas que parecían indestructibles, en la actualidad la ciencia ha comprobado que realmente llevar un estilo de alimentación centrada en las carnes, realmente ha causado un impacto en más de un sentido.
Luego de que los vegetarianos probaron su punto y se hicieron de fieles seguidores, con ello llegaron los veganos con su propio estilo de alimentación aún más estricta.
Lejos de ser una moda, el vegetarianismo y el veganismo han comenzado a causar un impacto real en el índice de consumo cárnico
No hace falta rebuscar un restaurante vegetariano, una visita al supermercado o el restaurante más cercano nos ha mostrado el cambio contundente de alimentación de cada vez más personas, trayendo cada vez más productos y alimentos verdes.
Tan solo en Europa, se estima que el 10% de la población total ya han adoptado este estilo de alimentación libre de carnes y productos de procedencia animal, según reporta Meat Atlas.
Sin embargo, lo que ha golpeado realmente la realidad de muchas personas para ir disminuyendo el consumo de carnes en lo posible ha sido un grave problema en la que toda la humanidad está metido: el cambio climático.
Hemos descubierto que el procesamiento de carnes para el consumo se traduce en un impacto impresionante en nuestro agonizante medio ambiente. Y en medio de una carrera por evitar una catástrofe global, la ciencia se ha unido para evitar que más personas coman carne.
Es así como Europa se ha convertido en el líder mundial de producción de carne artificial, llevándose el 39% de las ventas realizadas en todo el mundo, ayudando a más personas a adoptar un estilo de alimentación más saludable y sustentable.
¿Esto significa que hay más vegetarianos y veganos en Europa? La escala sigue siendo demasiado pequeña para saber y no parece ser que dejen de ser una minoría cuando actualmente el continente sigue siendo uno de los mayores consumidores de carnes y derivados de animales en el mundo.
Tan solo los habitantes de la Unión Europea representan el 6,8% delos humanos que habitan este planeta, pero en este territorio se consume el 16% de carne producida local o internacionalmente. Se dice estima que en 2018, cada persona consumió alrededor de 70 kilos en promedio anual, pero se estima que para 2030 esta cifra apenas baje a 68,6 kilos.
Aunque parezca poca la diferencia, esto podría traducirse en miles o millones de kilos que ya no se consumirán para esas fechas, y el aumento de personas veganas y vegetarianas también tendrán que ver en ello.
Además, las personas que aún comen carnes y derivados de animales también son cada vez más conscientes del impacto en la salud que estas tienen, posiblemente cambiando su estilo de alimentación como en muchas familias donde ya acostumbran a agregar una o dos comidas vegetarianas a la semana.
¿En qué países de la UE se empezará a renunciar a la carne en los próximos años y en qué medida?
Tan solo hay que ver cómo han evolucionado las cifras de personas que han adoptado el vegetarianismo para darnos una idea de la medida en que podría avanzar en las próximas décadas.
En Suecia se registraron alrededor de 270.000 personas que habían admitido convertirse en vegetarianos por ahí del 2010, eso equivaldría al 3% de la población del país. Hasta los censos más recientes, se dice que la cifra de ciudadanos aumentó un 10%.
Alemania inició rápidamente con el 9% de su población siendo vegetariana, y tan solo en 4 años este índice subió a 11%, mostrando que la tendencia no parece frenarse en los próximos años.
En el Reino Unido, según una encuesta de YouGov a una muestra de ciudadanos, encontró que un 10% de la población se considera vegetariano, vegano o pescetariano (desde luego encontrando la mayoría en el vegetarianismo), mientras que se detectó un índice del 16% como flexitarianos, es decir, personas que comen carnes sólo de forma esporádica, siendo el vegetarianismo su estilo de alimentación principal.
Estados Unidos también tiene su propia encuesta realizada por Gallup, encontrando cifras muy similares, donde el 5% de los adultos son vegetarianos, mientras que los veganos representan el 2% de una muestra de la población.
Y aunque prácticamente en países de todo el mundo existen alimentos tradicionales, la mayoría ha adoptado una alimentación extrajera y más variada de lo que se puede adquirir en cada país. Sin embargo, hay culturas que siguen bastante arraigadas a su herencia culinaria.
Tal es el caso de Italia, uno de los países cuyas tradiciones y legado siguen siendo un orgullo entre los habitantes. Si tomamos en cuenta que muchos de sus platillos se basan en la carne de res o productos lácteos como queso, ¿qué tan alto podría ser el índice de vegetarianos?
Italia comparte sus índices con Alemania, donde el aumento de la población vegana y vegetariana ha aumentado de manera significativa hasta llegar al 8,2% de la población, según reporta Eurispes. Es decir, 1 de cada 10 personas en Italia ya ha cambiado su estilo de alimentación, obteniendo el pico más alto de aumento en 2014.
Para los países que tienen sus raíces culinarias en la zona del mediterráneo, como Francia y España, fue mucho más notorio el cambio de paradigma alimentaria. Según reporta el estudio realizado por el Instintito IFOP recientemente en 2020.
Aunque el índice de vegetarianos no es alto como se esperaba, el estudio arroja que el 68% de la población considera que su dieta actual está basada en el consumo excesivo de la carne, y que podría tener un impacto directo en el medio ambiente y la salud. Pero el otro 79% piensa que la alimentación basada en la carne está bien y es necesaria.
En España las cosas no son diferentes, siendo un país con un consumo superior de carne, a tal grado que incluso ha habido campañas para concientizar a las personas de reducir su consumo en lo posible, como es el caso del liderado por Alberto Garzón.
Garzón menciona que, de hecho, España es uno de los países que más consume carne en la Unión Europea, y que este estilo de vida ya no es más sustentable por la cantidad de recursos naturales que se requieren para su procesamiento, como el agua, que cada vez escasea de forma peligrosa y podría conducir a un desabasto en la población en un futuro bastante próximo.
A pesar de las críticas y protestas de la industria de cárnicos, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, apoyó la iniciativa pese a los señalamientos incluso del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación.
En 2019, la población de veganos apenas representa el 0.5%, mientras que los vegetarianos es de un 1.5%. Aunque cifras bastante tímidas, esto significó un aumento del 27% con respeto al 2018, así que el aumento es casi imperceptible pero parece ser firme.
Las nuevas generaciones son la clave para el avance de nuevos estilos de alimentación más sustentables y saludables
Las nuevas generaciones tienen una mayor probabilidad a aumentar el índice de vegetarianos y veganos a nivel mundial, esto lo ha detallado las diferentes encuestas y estudios que revelan un aumento principalmente en los jóvenes que actualmente rondan entre los 18 y 24 años.
Esto puede ser debido a la forma en que las nuevas generaciones perciben el mundo que les rodea. Mientras que sus abuelos o padres vivieron en una época donde los estragos del cambio climático era algo que podría suceder dentro de 100 años, y se callaba aún la información a conveniencia de la industria, los más jóvenes viven otra realidad.
Ellos han llegado al mundo con la preocupación de que el cambio climático ya ha sucedido, donde la escasez de recursos naturales renovables y no renovables ya es una realidad, y donde corregir el rumbo desolador del planeta está en sus manos.
La información sobre el impacto de la industria de la ganadería sobre el planeta va que vuela, y los jóvenes son quienes están teniendo una mayor conciencia si quieren vivir en un futuro más o menos decente, algo que desde luego, compete a todas las generaciones incluso las más antiguas.