Desde hace un par de meses, la información sobre el coronavirus o coVid-19 está a diario en nuestro periódicos y telediarios. Mucho se ha escrito ya sobre el alcance real del virus, de si es más o menos mortal y de que decisiones tomar para que no se propague.
En este artículo vamos a tratar de simular un nuevo escenario, el del colapso económico ya no por la enfermedad, sino por las repercusiones que puede generar.
Cierre de Fronteras y Cuarentenas
El cierre de fronteras, parece solo afectar a la población que no tiene libre circulación, pero hay mucho más allá de todo eso. En un mundo globalizado, el cierre de la actividad productiva de China se propaga por todos los mercados, y ya estamos viendo las repercusiones en las bolsas de medio mundo.
No es sencillo preveer que ocurrirá en un futuro, pero no es dificil imaginar a groso modo como afectará a la industria y al comercio.
Desabastecimiento de materias primas y componentes
Una de las primeras consecuencias es la pérdida o encarecimiento de materias primas. No hablamos únicamente de materiales, sino de componentes vitales para construir modelos y maquinaria más compleja. Un ejemplo es el de algunos dispositivos moviles o celulares, que han tenido que retrasar su salida o limitar su stock por culpa del coronavirus.
Y no solo el encarecimiento de esas materias primas afecta, también el abaratamiento de otras por daños colaterales puede hacer tambalearse la economía de un país. Un ejemplo puede ser el petroleo en paises como Venezuela. Una caida de la producción a nivel mundial, ha provocado un descenso de la demanda de crudo y por consiguiente el abaratamiento del petroleo, pieza fundamental de su economía.
Caida de exportaciones y turismo
Otro efecto colateral es el descenso de las exportaciones y el turismo. Una zona mas o menos afectada no recibirá turismo exterior y se está generando un clima en el que tampoco apetece viajar.
Las exportaciones a paises que consumen menos o que dejan de comprar a un pais más afectado también provocará cambios en los precios e inevitablemente en las economías locales. Llegamos por tanto a la conclusión de todo este pequeño caos.
Consecuencias a nivel local
Todo pequeño movimiento «macro», provoca auténticos seismos a nivel «micro» o local. Aunque la producción de un determinado producto se mueva de una provincia a otra sin repercusión a la economía «grobal» del país, las personas que trabajan en una fábrica no son las mismas que las de otra, por lo que nos enfrentamos a mucho movimiento en el empleo.
Recesión
En este escenario de posibles cambios de empleo, bajo gasto en ocio y en general poco gasto, estamos condenados a sufrir una recesión.
La gente cada vez va a gastar menos, ya que sus fuentes de ingresos sufrirán la incertidumbre del momento, obligando a los gobiernos a ofrecer crédito a bajo coste para intentar estimular la economía. Pero estas acciones tardan un tiempo en ajustarse, por lo que nos vamos a escenarios de meses de recesión.
Despidos por baja demanda
La conclusión de la ausencia de turismo repercutirá especialmente en el empleo de temporada u ocasional, que en muchos casos ejerce de motor de la economía de un país como puede ser España. Así mismo, muchos pequeños empresarios tendrán que despedir a sus empleados, ya que no habrá suficiente público demandando sus servicios. Imaginemos bares, restaurantes, cines…. todos ellos bajo mínimos durante los periodos de contagio.
Pero es que no solo los empresarios con empleados o con algo más de dinero sufrirán las consecuencias, miles de autónomos en el sector servicios, como peluqueros o taxistas se verán arrastrados por la depresión del momento.
Un nuevo futuro en el horizonte
Una vez pasada la pandemia, lo que quede irá mejorando paulatinamente. Lento pero inexorablemente.
Los puestos de trabajo se recuperarán a medida que se recomponga la demanda, la gente se acostumbre a consumir de nuevo y se de una seguridad a las familias. Esta rueda tiene que empezar a girar en este sentido o no girará.
De nuestros gobiernos dependerá el reforzar los sistemas para no ser tan frágiles en este mundo globalizado. Es nuestro deber como ciudadanos exigirles que esto sea así.