¿Qué es el leasing?

El leasing es una de las alternativas del mundo financiero más interesantes que existen. El sector en el que se enfoca este concepto es el referente a los bienes y raíces. Lo que propone es que un cliente pueda adquirir una vivienda, a través de un contrato que comienza a financiarse con el mismo capital del arriendo. 

Bien se sabe que el sistema de arriendo no es del todo una opción inteligente. Las personas que viven del alquiler de una vivienda, pueden pasar toda una vida realizando pagos mensuales. Al final de las tantas décadas de pagos, habrán acumulado no solo el valor de la misma vivienda en la que residen, sino quizá hasta una más. 

De modo que en circunstancias así, el dinero invertido en esos largos meses y años, prácticamente se pierde. Quien realmente se está beneficiando de dicho capital de arriendo es el mismo propietario de la vivienda. Por eso mismo, existe la opción de establecer un contrato de leasing. 

Un acuerdo avalado por la Ley 26/1988

¿Qué representa esto? Que a medida que el cliente realiza el pago mes a mes, del arriendo, va acreditando el valor total de la vivienda. El cliente y la persona propietaria de la vivienda, llegan a un acuerdo firmado que establece que a largo plazo, tendrá que ceder la vivienda en cuestión, mientras durante un periodo se beneficiará de los pagos mensuales. 

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Se trata de un tipo de contrato donde el pilar fundamental es la obligatoriedad. Las cláusulas que se establecen en el contrato firmado son bastante fuertes. Y por así decirlo, inquebrantables. Si decides asumir un contrato de leasing, tendrás que ser responsable y acatar cada una de las estipulaciones. 

De hecho, esto aplica tanto para el cliente como para el propietario. Se trata de un pacto bastante serio, donde cualquiera que infrinja una de las normas puede ser acusado y llevar la cuestión ante un juez. Ya que este contrato cuenta con el aval de la disposición adicional séptima de la Ley 26/1988. 

El contrato estará bajo supervisión del Banco de España 

El contrato además, al obedecer las normativas de la Ley 26/1988, exige que las partes implicadas en el leasing se encuentren sujetas a la supervisión y auditoria del Banco de España. Precisamente por lo mismo, también existen impuestos de sociedades que terminan de redefinir la esencia del contrato para que este tenga validez. 

Aparte de lo anterior, es importante que se trabaje con el Registro de Bienes Muebles. Porque, aunque el contrato puede ser establecido a través de la libertad de pacto, sí es fundamental que éste mismo se celebre de acuerdo a las jurisdicciones mercantiles y los registros de propiedades. Existe toda una documentación a respaldar el contrato. 

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¿Qué quiere decir la libertad de pacto de un contrato de leasing? Que tanto el cliente como el vendedor, pueden establecer cómo se concretará el negocio. Por ejemplo, el contrato puede durar cinco años en concretarse, como también diez o más años. 

Hay que respetar el interés pactado, que es el valor adicional que justifica el contrato 

En el contrato de leasing existen dos aspectos claves a respetar. Uno de ellos es el coste de recuperación, mientras que el segundo habla sobre la carga financiera. En el caso del coste de recuperación se indica el valor que tiene la propiedad en el tiempo. El coste de recuperación puede ser igual al valor total de los meses que se pagarán por parte del cliente. 

La carga financiera indica que es el tipo de intereses que debe incluirse al coste pendiente de recuperación. Ambos conceptos son importantes porque es prudente que el cliente pague unos intereses sobre el costo del bien, ya que en caso contrario solo estaría pagando la vivienda a cuotas. 

El otro aspecto clave ahí es que suele ser muy común que se ofrezca al cliente la cláusula de pago inmediato. Es decir, si el cliente observa que cuenta con el dinero para completar la compra, puede hacerlo. Sin embargo, de cualquier modo tendrá que afrontar el pago de los intereses establecidos. 

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De hecho, si el vendedor se arrepiente del contrato, tendrá que pagar un valor acordado en las cláusulas de cancelación anticipada, además de tener que respaldar su decisión mediante la autorización escrita de la entidad financiera que garantiza la transparencia del contrato. 

Además de esto, hay que considerar también los impuestos adicionales a pagar dentro de los contratos de arrendamiento. Es decir, lo que tiene que ver con el IVA que percibirán las entidades que regulan el sector de los bienes y raíces. Así que en ese sentido, no se trata simplemente de establecer un contrato, sino de contar con todo el aval de las entidades que aprueban la compra y venta del bien.

Es importante anotar que aunque generalmente se asocia el leasing a la venta de bienes y raíces, también está siendo aplicado para la compra de otros bienes como lo podría ser un vehículo, maquina o equipos informáticos, entre otros.